Ciertas mañanas, en que suelo verla pasar, su cabello suelto, danzando con el viento, su sonrisa, que me cautiva en cada momento, y sus ojos que guardan la mas enorme pureza, era como si cada vez que la viera me sentia libre, era como sentir algo enormemente bello, mi alma se movia para todos lados, era el sentido del amor…
Esto sucedia en el colegio, donde todos chismosean a cada momento, las peleas, las reconciliaciones, las cosas tristes y felices de la vida, y por que no… los Amores y Desamores.
Era constante, solo hacer un paso y la escuela completa se enteraba, por suerte no era el unico que la queria tanto, muchos querian estar a su lado, pero era casi imposible, era muy hermosa, y tal vez para ella, eramos solo uno mas del monton, pero la cuestion era no rendirse, cada dia que pasaba a mi lado, la miraba, intentando decir, un hola, y un hasta luego, pero no, me paralizaba y no podia hacer nada, es asi como empece adarme cuenta de lo difícil que es el amor, no era como las películas, y ellas pensaban que si, pero como saberlo, era tan indiferente a lo que pasaba a mi alrededor, mi mundo era de ella…
Pasaron cinco años, año de graduación, año del viaje de egresados, año en el cual todos, tienen pareja, o por lo menos todos menos yo, que esperaba con tanta paciencia que ella fuese mia, pero esto ya se habia tornado difícil, cientos de veces me sentaba en el pupitre cerca de ella era cuestiond e unos segundos, para que solo me fijase en ella, y lo unico que veia era a ella, cientos de veces he reprobado materias, por culpa de mi amor, cientos de veces, las clases aburridas se tornaban hermosas con su presencia, cientos de vveces aunque mi minte sigue en blanco, m corazon dice, que no aguantara, que debia decircelo, que cuando saliesemos de la clase se lo diria, pero nunca me atrevi, tal vez era el miedo del simple rechazo, o de la bofetada, que tantos alguna vez reibieron…
Era el ultimo año que podria verla, la fiste de egresados sucedia sin ninguna complicación, pero algo me pego duro, era aquel muchacho, que tanto la abrasaba y la besaba, un dolor tremendo me invadio, tal vez nunca me lo perdonaria pero la habia dejado ir, tuve que ir al psicologo, me recomendo que haria bien a la terapia, alejarme un tiempo de ella…
Pasaron cincuentas años, yo tenia familia, una esposa, tres hijos y dos hijas, una casa enorme como a mi me gustaban, un auto, tenia tambien todo lo que quisiera, pero aunque tenia todo me falto siempre algo, me faltaba ella, nunca he dejado de pensar en ella, yo segia viendola, aunue no estuviese, mis recuerdos estaban vivos…
Sesentaycinvo años pasaron ya, el hospital, transformado en mi hogar desde hace ya dos semanas, puesto que mi cuerpo ya no soportaba tanto, yo igualmente segia pensando en ella, por cierto un dia la mande a llamar, no fue que una tarde de domingo, una mujer, de pelo blanco, aunque cualquiera no pudiese identificarla, yo me di cuenta, era ella, aunque por sus arrugas yo podria dejarla pasar, mi amor era tan grende que no podia imaginarmela de otra manera, tal cual la vi antes de marcharme, paso unos pocos minutos al lado mio, en el cual charlamos como viejos amigos, aunque nunca le habia hablado, y ella tampoco a mi, ya era cerca de su partida, que le tome la mano, y decidi decirle, ya que estaba cerca mi muerte, cuanto la amaba, ella me miro con ternura y me susurro, que ella nunca habia dejado de amarme, pero temia que yo no la quisiese, en un instante un largo pero hermoso beso, dos dias después falleceria, pero sabria que ella siempre me habria amado, que solo por que gfui un ran tonto no me le acerque, pero ella me amaba, mi muerte estaba en un rincón aguardando, un ultimo suspiro, un abrir y cerrar de ojos, y unas palabras, te amo y siempre te amare, y la noche me tomo su rehen…
Mi mano caia lentamente desde la palma, de aquella mujer, sus lagrimas tocaban mi mejilla.
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